jueves, 17 de julio de 2014

Tríada de Mikerinos

Tríada de Mykerinos junto a la diosa
Hathor y el nomo de Kynópolis.
Nos encontramos ante la Tríada de Mykerinos, una escultura perteneciente al arte egipcio. Se trata de una obra de autor desconocido, y pertenece a la IV Dinastía del Imperio Antiguo. En ella se encuentran representado al faraón Mykerinos junto a la diosa Hathor y la divinidad protectora del nomo de Kynópolis.

La civilización egipcia y con ella el arte egipcio nació a orillas del Nilo, qe era la principal vía de comunicación y garantizaba la prosperidad agraria gracias a sus crecidas temporales que hacían las tierras fértiles. Los egipcios trataban de buscar el canon de belleza ideal y sintetizaron tres conceptos: la armonía de las proporciones, la ley de la frontalidad y la visión rectilínea. En el caso de esta escultura, podemos apreciar la armonía de proporciones en el que el puño era el módulo regulador, y siendo la longitud perfecta de 18 puños, siendo 2 para la cabeza, 10 desde los hombros hasta las rodillas, y 6 para las piernas y pies. Además, se puede apreciar la ley de la frontalidad gracias a la línea recta de los hombros y las caderas que permitía dividir verticalmente el cuerpo en dos mitades iguales. 

Es una obra escultórica caracterizada por el altorrelieve sobre un bloque en forma de “L”, y está realizada en pizarra. En la obra se muestra a los personajes con una gran rigidez e hieratismo, los brazos pegados al cuerpo y los puños totalmente cerrados, aunque las dos divinidades agarran por el brazo al faraón.

Detalles de la Tríada de Mykerinos.
El monarca aparece representado en el centro de la escultura y en posición avanzada, teniendo el pie izquierdo delante. Lleva la corona blanca del Alto Egipto, se viste con un sencillo faldellín plisado que deja al descubierto su torso, brazos y piernas, y lleva la típica barba postiza característica de la realeza egipcia. Su musculatura queda muy marcada. La posición central del faraón nos remite a la concepción del mismo como otra divinidad, y la posición de las piernas simboliza una cierta preeminencia en cuanto a la importancia de su representación.

La diosa Hathor, el faraón Mykerinos y el nomo de Kynópolis.
Las dos divinidades femeninas que acompañan al faraón muestran entre sí algunos rasgos semejantes. Ambas se visten con sencillas túnicas casi transparentes que dejan ver su anatomía y poseen melenas que caen por delante del cuello hasta llegar casi a los pechos. A la derecha del faraón se encuentra la diosa Hathor, cuya cabeza se remata con cuernos de vaca y el disco solar entre los mismos. Además, la diosa del amor (Hathor) tiene un pie tímidamente adelantado. A la izquierda de Mykerinos se encuentra el nomo de Kynópolis, divinidad local y diosa protectora, sobre cuya cabeza encontramos su emblema característico en el que descansa un chacal. Esta divinidad mantiene los pies juntos y se muestra estática.


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